Hola!!!
Qué tal el puente?? Espero que muy bien!! El nuestro ha sido genial, aunque yo empiezo a estar preocupada por mi mala cabeza. El viernes fue el colmo! Ya sabéis que cuando te levantas por la mañana temprano empiezas a moverte durante unos minutos con el piloto automático puesto, pues bien, el mio está defectuoso... Aunque digo yo, quién manda hacer el jabón facial con forma de pasta de dientes??!!
Si sí, me eché el jabón en mi cepillo de dientes. Menos mal que esta vez el color azul verdoso del gel delató el despiste antes de culminar mi peripecia porque claro, si me lavo los dientes dos veces con el jabón facial en menos de un año yo misma me interno en un hospital!! jajaja.
Dejando a un lado mis despistes os cuento un poquito de mi finde. El sábado tuvimos la celebración de un cumple muy especial. El cumpleaños de la Cenicienta más bonita que pueda existir. Y claro todos sus amigos, pequeñas princesas de reinos cercanos, y pequeños príncipitos que me robaron el corazón, vinieron para acompañarla. Yo os dejo con la princesa de mi casa ya que creo que son los papis de Cenicienta los que tienen que contar los detalles del cumple. Sólo voy a decir que fue un cumpleaños mágico!
El Domingo teníamos comida familiar, vinieron los titos de Alemania y Amelia estaba tan feliz.
Le puse el jesusito Highlands de La Amapola porque quería aprovechar para sacarle alguna foto para su concurso de invierno ya que aquí en el sur sigue haciendo calor y no vemos el momento de estrenar. A ver si me ayudáis a elegir una porfa!!!
El perro no era negociable!! Ya sé que el rosa con el rojo no pegan demasiado pero por lo menos el perro lleva los lazos en rojo!!
Chicas hoy no puedo hablaros de otra cosa que no sea de los abrigos de La Amapola. Por supuesto, que Amelia haya participado en la sesión de fotos me ha hecho muchísima ilusión, pero realmente los abrigos son espectaculares, muy originales y a la vez tan del estilo de La amapola que si los ves colgados en un ropero y sin etiqueta sabes la firma que los diseñó.
Cuatro colores son los elegidos y cual más bonito!
El cuello es diferente y elegante, marcado por las tablas de paño que le dan empaque y realzan la prenda. Me gusta especialmente el diseño porque eleva el escote hasta el cuello para hacer un abrigo muy calentito que se encarga de cuidar el punto débil de muchas niñas, la garganta.
Los detalles en terciopelo haciendo también tablas me parecen exquisitos!
Por supuesto no podía faltar una gran lazada, sello de identidad de la firma. En este caso se sitúa de forma llamativa en la espalda ribeteada por el detalle en terciopelo coronando el maravilloso vuelo.
El corte del abrigo se eleva un poco lo que es genial porque, además de favorecer más, permite que la lazada de la trasera que llevan muchos vestidos quede oculta y totalmente disimulada... Es que yo me he encontrado con abrigos preciosos, entalladitos pero con el talle un pelín bajo y se marca la lazada del vestido por detrás. Ese bulto afea un poquito la verdad.
El supervuelo es un escándalo y si no mirad la cara de mi peque. Gira que te gira!!!
Y hay un detalle que no podéis ver pero yo os lo cuento, la calidad del paño es de diez. De verdad!! Daba gusto tocarlo!!
Las capotas sientan de maravilla como podéis ver!!!!
Y por último os dejo con la anécdota de la sesión!!!. Yo llegué con prisas para variar, se echaba la noche encima y corre que te corre dejé el móvil en medio del campo. No es que se me cayera, no, lo deje en una bolsa con calcetas allí tomando el fresco en medio del monte. Me volví a Murcia tan feliz. A todo esto mi marido llamando y una amiga pariendo!!! Ainsss!!! No me dejo la cabeza porque la llevo puesta!! Menos mal que se dieron cuenta y me lo rescataron!!!
Muchísimas gracias a La Amapola por contar con nosotros para una ocasión tan especial, fue una delicia compartir esta experiencia con vosotros y por supuesto con los demás niños y sus papás.
Un besazo!!!
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